Como sembrar semillas de Manzana con éxito

Muchos hemos intentado sembrar las semillas de las frutas y verduras que usamos para preparar nuestra comida y esto es genial ya que poder cuidar de una planta y observar como se convierte de una pequeña semilla a una planta o árbol con frutos es una experiencia muy gratificante que difícilmente se compara con comprar una planta.
El día de hoy vas a aprender lo fácil que es Germinar Semillas de Manzana con éxito.



¿Cómo sembrar semillas de manzana?

Lo primero que debemos hacer es encontrar una manzana de la variedad que prefieras (debes recordar que el árbol que eventualmente crecerá de las semillas que vamos a obtener de la manzana va a dar frutos de esta misma variedad) además debemos fijarnos bien en el origen de la manzana, hay que tratar de conseguir una fruta de origen orgánico y lo más natural posible ya que en algunos frutos que pasan por procesos muy industrializados es común ver que sus semillas no germinan.

Ya que conseguimos la mejor fruta y nos asegurarnos de que está madura, la vamos a partir de manera que el centro de la manzana (el lugar donde están guardadas las semillas) quede intacto. El resto de la manzana podemos comerlo. A continuación vamos a buscar las semillas y tendremos que separarlas del fruto muy cuidadosamente, sin dañarlas.

Ahora vamos a seleccionar las mejores semillas, las que son más pequeñas o delgadas no están sanas y es mejor eliminarlas ya que es muy probable que no logren germinar. Solo vamos a quedarnos con las grandes y bien formadas.

Ya que tenemos nuestras semillas sanas escogidas, vamos a ponerlas en un colador de cocina y vamos a limpiarlas con un poco de agua, con la yema de los dedos y muy cuidadosamente debemos retirar los restos del fruto que puedan tener pegadas nuestras semillas.

Vamos a realizar el paso más delicado de la guía, vamos a tomar una de nuestras semillas ya limpias y, ayudándonos con unas pinzas para cejas o con las mismas uñas de los dedos, vamos a quitar una pequeña parte de la "piel" o "parte externa" de la semilla, desde la punta superior hasta la mitad de la altura. Esto es con la finalidad de acelerar el proceso de germinado y tener mayores posibilidades de germinar las semillas. A continuación un video en el que observamos como se realiza este paso:

Ya que hemos realizado el paso anterior en cada una de nuestras semillas, vamos a dejarlas secar por 3 días en un pequeño recipiente a temperatura ambiente (no directamente al sol). Pasados los 3 días, vamos a necesitar de un pequeño vaso con agua en el que vamos a sumergir las semillas y las dejaremos que se hidraten por 24 horas.

Ahora que nuestras semillas se han hidratado, vamos a pasar al proceso de germinado. Necesitaremos de un pedazo de papel aluminio de 30x20 cm. y una servitoalla,. Primero vamos a doblar a la mitad nuestra servitoalla y vamos a humedecerla con agua, de forma que quede bien empapada pero sin que deje escurrir agua.

Ya que hemos humedecido nuestra servitoalla, sin desdoblarla, calculamos la mitad de la superficie (para después poder volver a doblarla a la mitad) y vamos a colocar cada una de nuestras semillas en la superficie de la servitoalla, cada una con un espacio de 1.5 cm. aproximadamente entre semillas. Tampoco necesitamos muchas semillas, con 3 o 5 es más que suficiente ya que con este método seguro van a germinar todas.

Ahora doblamos a la mitad nuestra servitoalla con las semillas ya colocadas, de forma que estas queden cubiertas, nos aseguramos de que estén bien cubiertas y ligeramente apretadas (lo suficiente para que no se salga ninguna semilla).

Y el último paso, vamos a tomar nuestra servitoalla con las semillas y la vamos a poner en el centro de nuestro pedazo de papel aluminio. Ahora debemos doblar cada lado del papel aluminio para que cubra y proteja nuestra servitoalla, de modo que se forme un pequeño paquete que vamos a meter a nuestro refrigerador, en un sitio en el que no vaya a ser aplastado por nada ni vaya a caer o golpearse. Vamos a revisar nuestro paquete una vez a la semana, lo abriremos y nos vamos a fijar que la servitoalla siga húmeda (es muy poco probable que no lo esté, pero aún así debemos revisar) además debemos fijarnos en que no estén creciendo hongos en el papel.

Podremos ir observando el desarrollo de las semillas a lo largo de las semanas, es lento y tardará, pero al pasar de 1 a 2 meses, se desarrollarán las semillas. Cuando las semillas logren una pequeña raíz de 1 a 3 cm aprox, será momento de cambiar las semillas a un pequeño recipiente con tierra.

Cuando las semillas formen sus raíces y tengan un tamaño de 1 a 2 cm. y se vean como las señaladas de la imagen, vamos a sacarlas de nuestro pequeño paquete (solo las que ya se ven como las de la imagen) y las vamos a sembrar en pequeños recipientes con tierra. Tendremos que colocar las semillas perpendiculares a la superficie de la tierra, de forma que la parte de la semilla de la que sale la raíz apunte hacia el fondo del recipiente, y las vamos a cubrir con 1 cm. de tierra.

Tendremos los recipientes con las semillas en un sitio con sombra (no debe de dar el sol directamente) y ligeramente ventilado, vamos a estar revisando constantemente el crecimiento de nuestras plantas, no debemos dejar que la tierra esté seca pero tampoco podemos excedernos. Con el paso de las semanas nuestras plantas van a crecer y eventualmente deberán ser trasplantadas.

Y listo, después de todo este proceso simplemente tendremos que cuidar a nuestra planta como a cualquier otra y observar como se convierte en un gran árbol.
A algunas personas le podrá parecer un proceso aburrido y puede que prefieran comprar un árbol joven, también es una muy buena opción. Pero como dije al inicio de la guía, nada se compara con la satisfacción de ver como una semilla  que tú cuidaste se convierte en un árbol.

Este es el fin de la guía, cualquier duda puedes enviarla mediante Messenger en nuestra página de Facebook: Amantes del Huerto, o simplemente puedes escribir un comentario en este sitio.